Autora: Loreto Corredoira
Comentábamos varios colegas la semana pasada en Facebook que asistimos a fenómenos nuevos que el Derecho no regula del todo. Uno de ellos, por ejemplo, el que algunos sitios sociales o agregadores de contenidos están “copiando y pegando” debates que se producen en el muro de Facebook como si fuesen simples post o noticias de una web o red pública.
En mi opinión el muro de Facebook es como el tablón de anuncios de un edificio, Facultad o empresa. Se lee y accede a él con una identidad, pero su contenido no es privado. Otra cuestión es si difunden direcciones no autorizadas, o IP de los equipos de los usuarios, pero otra distinta que tal información no sea “re-utilizable”.
Aquí está la política de “privacidad” de esta red, donde cada cual autoriza a según quién a que publique cosas en su muro. Sin duda, una conducta anti-ética (como es “copiar y pegar”) puede ser, además, anti-jurídica, pero el Derecho no puede “cercar” o limitar las realidades humanas de forma tan agobiante.
Los riesgos son altos, sí, pero quién desee que no sean accesibles esos mensajes, la identidad de los remitentes o lectores, mejor no publique ahí. Cabe enviar cadenas de mensajes en vez del tablón, o usar otras redes más selectivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario