Autora: Loreto Corredoira
Conversábamos ayer en el Social Media Week-end de la Columbia School of Journalism (#smknd) sobre prensa, medios, elecciones presidenciales y, …. sobrevolaba en el debate el reciente anuncio de Twitter sobre el “derecho a negar contenidos”, forma elegante de hablar de control o censura. Pocos se quisieron “mojar”.
Así comienza el blog corporativo de Twitter. One year ago, we posted "The Tweets Must Flow," in which we said, “The open exchange of information can have a positive global impact … almost every country in the world agrees that freedom of expression is a human right. Many countries also agree that freedom of expression carries with it responsibilities and has limits.”
Esta mañana me preguntaba en Twitter José Luis Orihuela (@jlori) o, Elvira Garcia Torres (@gdetorres) cómo lo veía, y resumo aquí con algo más de 140 caracteres lo que pienso al menos del enunciado del asunto.
Esta es su conclusión, unilateral, que se impone a todos los usuarios. Obviamente, pueden hacerlo, pero después de su crecimiento, de su implicación en fenómenos como la primavera árabe o la lucha contra la Ley #SOPA o #PIPA, el giro copernicano en cuanto a las "razones", es incomprensible.
Les faltan convencimientos y suena a que no quieren arriesgar el negocio ahora que se aproximan ya a una mayor población, no sólo occidental. No seamos ingenuos, también los contenidos "ilegales" que pasamos en un link a un amigo o a los followers, podría ser "eliminado".
Hay muchas otras consideraciones que habría que hacer como qué seguridad se ofrece a los medios que utilizan su aplicación como modo de participación. O qué confianza transmite esta medida en los múltiples modelos de e-commerce.
Como se dice en dictámentes jurídicos, esta es mi opinión y puede ser rebatida con mayores y más importantes argumentos de Derecho.
El post original en inglés en el blog de Twitter antes citado.
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