Imposible no hacerse eco del cierre de la emisora Radio Caracas, la televisión venezolana a la que se le ha retirado el derecho de antena. Lógicamente rechazamos desde aquí la decisión del presidente Chávez (que anunciaba -veánlo en YouTube- manu militari meses antes), y la alienación de otros profesionales y medios del país complacientes con esa decisión.
Es una gran quiebra del Estado de Derecho una "medida", aparentemente legalista, no renovar la licencia de radiodifusión, pero supone la retirada arbitraria (sin defensa, sin audiencia pública) de un medio informativo. Cuando el Derecho está en manos de un poder ejecutivo, o de un organismo "cautivo" (me refiero tanto al organismo regulador como al Tibunal Supremo), estamos perdidos.
Es una gran quiebra del Estado de Derecho una "medida", aparentemente legalista, no renovar la licencia de radiodifusión, pero supone la retirada arbitraria (sin defensa, sin audiencia pública) de un medio informativo. Cuando el Derecho está en manos de un poder ejecutivo, o de un organismo "cautivo" (me refiero tanto al organismo regulador como al Tibunal Supremo), estamos perdidos.
Un diario, La Nación, sí ha alertado del fin del pluralismo en ese país. Han saltado todas las voces de protesta en la prensa internacional, la blogosfera, o en organismos como Human Rights Watch .
Pero hay alternativas: hay alguna programación ya incluída en canales de cable de países vecinos, como Caracol Internacional. Y también pudiera ser que su señal saliese pronto en la web, prueba de que los canales IP en Internet, además de servir al público, sirven también a la libertad.
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